AVES DE BARÚ

El libro Isla Barú Paraíso de Aves, producido por un gran equipo profesional, de la mano de las comunidades, acaba de ver la luz.

También es una aplicación de App Store y Google Play que contiene material gráfico, fotográfico y sonoro de alrededor de cien especies carismáticas, comunes, amenazadas y endémicas de Barú.

Es el primero de dos volúmenes que organizan un conocimiento vital en varios niveles: el de la conservación, el del patrimonio natural, el de la identidad y el del aviturismo, que se puede convertir en un prometedor frente de trabajo e ingresos para las comunidades y organizaciones locales.

El libro fue cofinanciado por el Grupo Argos a través de su Programa de Conservación y Aviturismo en Barú, con el apoyo de la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique – CARDIQUE y la producción de la Fundación Alas de Cristal, especializada en este tipo de contenidos.

Aquí, una muestra de las aves, fotos y textos que pueden encontrarse en sus páginas.

Garcita del ganado

Omnívoro. Se alimenta de insectos, crustáceos, ranas, moluscos, peces, lagartos, aves y roedores. Por su tolerancia al ser humano, llega a consumir restos de comida y basura. Forrajea tras el ganado o tractores en zonas agrícolas. De naturaleza diurna, habita en zonas de cultivos, de ganadería, en zonas suburbanas y ciudades. Usa praderas, pantanos, arrozales, bosques y hábitats marinos. Anida en colonias y su nido es una pequeña plataforma con palitos en un árbol o arbusto donde deposita de dos a cinco huevos.

Gavilán sabanero

Carnívoro. Es un cazador oportunista, se alimenta de pequeños mamíferos, aves, cangrejos, ranas, sapos, lagartos, serpientes y arañas. Caza desde perchas bajas y se lanza torpemente sobre su presa. Se le ve solo o en pareja y se encuentra en hábitats abiertos, a menudo perchados a la vista en un poste de la cerca o en la copa de un árbol. Su nido es una plataforma hecha de palos a gran altura en árboles aislados, donde deposita uno o dos huevos blancos.

Picotijera

Omnívoro, acuático. Se alimenta principalmente de especies acuáticas como peces, crustáceos, moluscos y algunos insectos. Su técnica de caza consiste en capturar a sus presas en el agua abriendo el pico y rozando el agua con la mandíbula inferior. Es una especie diurna que habita el litoral, donde se mantiene en grupos o bandadas. Se le puede observar descansando en bancos de arena junto con gaviotas y gaviotines. Anidan allí o a la orilla de los ríos donde depositan dos o tres huevos.

Sirirí común

Insectívoro. Consume insectos como hormigas, avispas y abejas, libélulas, mariposas, termitas, escarabajos, chinches. Muchas de sus presas las captura en vuelo con movimientos acrobáticos. De naturaleza diurna, es común en áreas abiertas, rurales y urbanas, y menos numeroso en regiones boscosas. Defiende con agresividad su territorio frente a intrusos, incluso si se trata de depredadores más grandes como los tucanes y las aves rapaces. Fabrica su nido en forma de taza con pastos, raíces y tallos. Se ubica a mediano o a gran altura y la hembra coloca allí tres huevos grisáceos con manchas rojizas o café.

Cuco Sin-fin

Insectívoro. Consume insectos como saltamontes, cucarachas y orugas. Tiene preferencia por forrajear en el suelo o en estratos bajos. Se balancea de lado a lado y agita su álula para levantar presas en la hojarasca. De naturaleza diurna, habita en áreas abiertas, matorrales, pastizales con árboles dispersos, claros en áreas boscosas y pastizales húmedos. Es una especie solitaria, tímida, pero también muy vocal y con un canto particular. Debido a que no fabrica su nido, parasita los de otras aves para depositar uno o dos huevos que tardan quince días en eclosionar.

Martín-Pescador Grande

Carnívoro. Se alimenta de peces y para capturarlos se zambulle desde la rama de un árbol. Cuando la turbidez del agua no le permite capturarlos, se alimenta de insectos, anfibios, reptiles o mamíferos. De naturaleza diurna, vive a orillas de arroyos, ríos, lagos, lagunas, esteros y zonas suburbanas y urbanas. 

Se lo observa de manera solitaria o en parejas. Es una especie vocalmente muy activa, haciendo constantes chasquidos y llamadas. Construye nidos en barrancos de hasta dos metros de profundidad. Allí pone de tres a cinco huevos color blanco incubados por ambos sexos; los pichones abandonan el nido a los 35 días.

El equipo implicado fue muchísimo mayor, pero en su nombre se reconoce aquí a sus principales responsables.

Dirección Científica: Daniel Felipe Aristizábal

Dirección de Diseño: Manuel Huertas

Concepto, Edición y Dirección General: Mariana Escobar Calvo

Ilustración científica: César Landazábal Mendoza

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La Barulera

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