VAVMOS BARÚ: ESPACIOS PARA LA VIDA

Un voluntariado empresarial, de la mano de las comunidades, transformó espacios de Ararca y Santa Ana y acercó dos realidades que suelen andar cada una por su lado.  

“La botaron del estadio”, describe de manera coloquial el líder José Villero Arévalo, de la Fundación Ambientalista Ararca Te Quiero.

José rememora que hubo una acción similar en 2014, pero que se quedó pequeña comparada con la del pasado agosto. “Fue algo masivo que unió a la gente de Ararca y Santa Ana”. José destaca la calidad humana del voluntariado y las relaciones de estas más de cien personas que llegaron al territorio para trabajar de la mano con una cantidad similar de vecinos de ambas comunidades.

Un callejón con salida

En Santa Ana hay un callejón a un par de cuadras de la plaza principal que antes de la intervención empezaba a destacarse por un mural de mujeres importantes en la cultura de Barú y con la tienda Afro Matices que abrió allí la gran gestora cultural Gina Pérez. 

Pero con la intervención durante el voluntariado ahora sí que se convirtió en un punto de referencia para propios y extraños: se pintaron los frentes de casi todas las casas, se elaboraron nuevos murales y retocaron los antiguos, se hicieron materas nuevas con sus plantas y un cercado colorido. 

Melisa Medrano y Anais Ferrer son vecinas del callejón que participaron en el proceso. Melisa ayudó a raspar paredes y rejas mientras que Anais ayudó en la limpieza del callejón y a pintar casas y jardines.

“Antes hicieron una reunión para contarnos de qué se trataba; accedimos los que estuvimos en condiciones o quisimos participar en el proyecto, no tuvimos que dar ni un peso y hasta daban uno o dos almuerzos por casa”, cuenta Anais. 

“Quedaron de venir en dos meses para mirar cómo va el proyecto y si se deben hacer retoques; la idea es que esto se mantenga siempre con vida y con la imagen con que se finalizó en aquellas jornadas”, agrega. 

“Como en todo, siempre está el que ve las cosas buenas y otros que no; algunos han preguntado que porqué solo se hizo acá en el callejón o que es mucho color; pero la mayoría se inclina a que estuvo bien”, resume Anais.

Desde 2017

Este voluntariado se realizó bajo una metodología de la Fundación Andi que opera a nivel nacional, y que describe formalmente así:

“VAMOS COLOMBIA es una iniciativa de voluntariado corporativo para inspirar al sector privado a trabajar por la reconciliación y la inclusión. Durante un espacio de tres días, voluntarios de las empresas, la comunidad, el ejército y la Agencia para la Reincorporación y la Normalización se encuentran para convivir y construir por encima de las diferencias”. 

Es decir: no se trata solamente de donar tiempo y trabajo físico, sino de integrarse con las comunidades beneficiarias y de percibir de primera mano las condiciones de vida en cada una de ellas.

Un buen porcentaje de los voluntarios provenían de nuestra ciudad y región, así como muchos otros provenían de distintas regiones de Colombia, en particular de donde operan empresas del Grupo Argos, comprometido en particular con este capítulo del voluntariado.

Por esa razón paisas, bogotanos, caleños, boyacenses y funcionarios de la región Caribe  estuvieron trabajando hombro a hombro con vecinos de la comunidad para darle vida a esos espacios y para compartir de primera mano la forma de vida y las necesidades que se viven en estos rincones del Caribe.

Bajo esta metodología desde 2017 se han realizado diversos voluntariados en lugares como Cúcuta, Maicao, Chaparral, Quibdó, Santa Marta y Buenaventura, entre otros. El de Barú tuvo la peculiaridad de ser el primero tras la pandemia por Covid-19. Se realizó entre el 18 y 21 de agosto.

Por tanto, no se trata de un programa que se afinque permanentemente en un territorio, aunque haya quien lo quiera así. “Ya el poblado de Barú está pidiendo el suyo”, dice José, enterado de la reacción en la península ante esta iniciativa.

Lo que se realizó

  • Sembrado de plantas de bosque seco tropical, incluidos unos catorce palos de San Joaquín en la zona verde de la Institución Educativa de Ararca.
  • Pintura mural en estibas en la Institución Educativa de Ararca. 
  • Pintura y embellecimiento del Centro de Vida de Ararca.
  • Recolección de basura en la bahía de Coquito.
  • Siembra de 3.500 manglares en la bahía de Coquito.
  • Reformas locativas al vivero comunal de Ararca.
  • Talleres de emprendimiento con productos típicos y de planeación de proyectos de vida para los alumnos y docentes de la Institución Educativa Ararca. 
  • Cine club para los niños de la comunidad.

Instituciones que participaron: Empresas del Grupo Argos como Cementos Argos. Celsia, Odinsa y Summa; La Fundación Andi, gestora de la metodología Vamos Colombia; Fundación Santo Domingo; Decameron, Armada Nacional de Colombia y Defensa Civil Colombiana. Con ellos, las comunidades de Ararca y Santa Ana.

Minitítulos para acompañar las fotos

Centro Vida en Ararca 

Institución Educativa de Ararca 

Callejón de los Herederos, en Santa Ana

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La Barulera

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