GINA PÉREZ: SEMBRADORA DE COMUNIDADES

Su mayor gusto ha sido iniciar organizaciones a donde quiera que haya ido. Líder comunitaria, cultural y de identidad afro, diseñadora, modista, emprendedora, madre y esposa. Santa Ana es su hogar y su misión desde hace veintidós años.

“Tengo ascendencia palenquera por mi papá y santanera por mi mamá, pero nací en Cartagena. En vacaciones iba una vez a Santana y otra vez, a Palenque y así adquirí las dos culturas”.

“Crecí en el barrio Paraguay. El colegio mío era femenino y allá me metí en las porristas; en diseño gráfico; hacía trabajos manuales con arcilla. Con eso me rebuscaba: les hacía los dibujos a las compañeras y ellas me pagaban. Así comenzó mi faceta emprendedora. A los quince años, recién graduada del bachillerato, armé mi primer grupo cultural con niños, para festejar de todo en la comunidad; el día de las Madres, el del Niño, el del Amor y la Amistad. Cuando me fui, la gente me decía que hacía falta porque más nadie hacía esos eventos”. 

“Me gradué de secretaria, en modistería industrial y como diseñadora de modas. Duré un año viviendo en Palenque y allá también armé un grupo. Todavía nos encontramos para hablar y reírnos de nosotros mismos. Ese gusto por hacer colectivos es porque voy viendo la necesidad pero también que hay mucho emprendimiento y les digo –¿Por qué no arman un grupo para esto o aquello otro?–. A la mayoría los impulso, pero  cuando los veo andando me salgo. No los armo para participar yo, pero lo único que sí quiero siempre es que hagan visibles las necesidades de su comunidad”.

“A Santa Ana llegué a mis dieciocho. Ese mismo año armé un grupo de niños para hacer manualidades navideñas con botellas, papel higiénico y otros materiales reciclables. Lo aprendido en el colegio lo hacía acá con los niños. Y de ahí notaba que las mamás jugaban mucho a las cartas o pasaban el tiempo sentadas en las puertas. Con unas quince de ellas comenzamos a trabajar en manualidades para vender como aretes o cosas bordadas. Yo traía lo mío y lo complementaba con ellas, que también sabían lo suyo”. 

“Me casé en Santa Ana a los veinte años pero no parí sino como a los veintisiete. Mi esposo se llama Jorge Luis Barcasnegras y es artesano. Tenemos una hija de catorce años y un niño de nueve: Angelina y Antoni Barcasnegras Pérez. Con Angelina me di cuenta que estaba embarazada a los cinco meses y con Antoni, a los cuatro. De tanto que hago cosas no me di cuenta y como era muy delgada no se me notaba la barriga”.

“De lo que más me siento orgullosa es de cuando fui presidenta de la Junta de Acción Comunal por cuatro años. Fui la primera mujer que se postuló y ganó ese cargo. Todavía la gente me dice que porqué no me postulo otra vez. Es que yo tenía como temple. Ahora mismo hago parte de la Consejería de Cultura y soy vicepresidenta del Consejo Comunitario que dura cuatro años y culmina en este 2022”. 

“Armé el grupo Corporación Son Afro Santanero, en el que participan ciento veinticinco personas. Trabajamos con niños, adolescentes, madres cabeza de familia y adultos mayores. Con unos setenta niños trabajamos en el enriquecimiento de los lugares como la iglesia o el horno de cal, para que ellos tengan un reconocimiento y un empoderamiento. Tenemos otro grupo de treinta y tantos adolescentes con los que manejamos la danza. Hemos tenido bastantes reconocimientos y participamos en festivales nacionales e internacionales”.

“Hace poco abrimos la tienda Afro Matices, donde se exponen y venden turbantes, telas mías, así como manualidades y artesanía de las madres de familia. De ahí también salió el trabajo en el hotel Sofitel que nos dio la oportunidad de hacer talleres de turbantes teñidos y contar su historia para los huéspedes. Eso lo hago tres veces a la semana y en general llegan de diez a veinte personas. Con los adultos mayores, que son unos diez, trabajo las sábanas en trapito”.

Corporación Son Afro Santanero

Tienda Afro Matices

300 234 89 44 

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La Barulera

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