VANNESA OLIER: DE BARÚ PARA EL MUNDO

Es difícil resumir la diversidad de intereses de esta joven de la población de Barú: líder ambientalista, artesana, tamborera, jugadora de ajedrez, beneficiaria joven de un programa impartido por la NASA o defensora de los derechos sexuales y reproductivos. Más difícil aún es anticipar su promisorio futuro.

Tiene dieciséis años y está terminando su bachillerato en el colegio Luis Felipe Cabrera. El día que conversamos se graduó del programa “She is Astronauta”. Fue una de las cien niñas y jóvenes colombianas seleccionadas para aprender con expertos de la NASA, la agencia espacial de los Estados Unidos. De hecho, quiere especializarse en astrobiología tras estudiar alguna carrera que combine biología y ciencias exactas. 

Lo del ambientalismo surgió en plena pandemia, de la mano del reconocido líder Wilner Gómez. “Él me animó a inscribirme en una convocatoria llamada Onda en Casa, cuando todo era virtual. Llamé a algunos estudiantes y amigos míos con los que formamos el grupo Ecobiovi. El nombre viene de juntar ecología, biología y vida”.

“Buscamos empoderarnos y empoderar a otros mediante el conocimiento de los ecosistemas de la comunidad barulera,  pues no se puede salvar lo que no se conoce”.

Actualmente estamos analizando e investigando el ecosistema de manglar; hemos reforestado sitios como Playa de los Muertos, las ciénagas de Cholón, la ciénaga de Mano Pelao; y así se han salvado un montón de espacios que antes estaban deforestados”.

En la música ha incursionado de la mano de Puntos de Encuentros, la organización barulera formadora de generaciones de niños y niñas. Encontró llamativo que en la tradición las mujeres cantaran, pero no tocaran los instrumentos. “Yo dije entonces que quería aprender a tocar tambor como los hombres, y me dediqué al tambor alegre, que es el más grande”.

La faceta artesanal la ha desarrollado en el proyecto que lleva Federman Vargas, con el acompañamiento de Cultura Ciudadana. “Hace poco finalicé un curso de artesanía y estampado con la Universidad Javeriana que fue presencial, aquí en la comunidad”. 

En particular la enorgullece su labor con Baruleras Poderosas, una organización surgida en Barú y que ha logrado alcance nacional.  “Ser Barulera Poderosa es un poder y no solo palabras, es fomentar la sororidad en un mundo donde frecuentemente hay rivalidad entre nosotras las mujeres”.

¿Cómo logra hacer tantas cosas? Con organización y meditación en partes iguales. También con ideas claras: “me considero un agente de cambio, aquí o donde esté. Si me ve en Bogotá en una conferencia o algún día en Europa, creáme que eso va a traer algún beneficio a la comunidad”.